jueves, 30 de junio de 2016

VIOLENCIA EN VERACRUZ DESBORDADA



El paquete de reformas constitucionales que presentó el gobernador Javier Duarte al Congreso Local de Veracruz y que pretende que el día de mañana sean aprobadas, son las siguientes:

-La creación de una Sala Anticorrupción con tres nuevos magistrados,
- El nombramiento de un Fiscal Anticorrupción,
- La designación de un Contralor General y
- Un nuevo Consejero del Instituto de Acceso a la Información,


TODOS ellos con periodos de duración en los cargos de cinco o más años, además de la posibilidad de modificar las fechas de presentación y aprobación de la Cuenta Pública, para que se adelante a este mismo año, es decir, para que sea aprobada antes de que llegue al gobierno Miguel Ángel Yunes Linares.

Por si fuera poco, Javier Duarte propone a todos los titulares de esas áreas, todos sin excepción, incondicionales suyos. Eso es lo que ha incomodado al gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares quien acudió el día de ayer al Congreso local, acompañado por Snaya y Creel para pedir a los diputados a no votar esos nombramientos.

A la salida del evento los tres panistas fueron violentamente agredidos por los 400 pueblos quienes hirieron, golpearon, vejaron al grupo que acompañaba a Yunes Linares.

Un ataque claramente instrumentado por el gobierno de Duarte, que a estas alturas, parece haber perdido el juicio y parece peligrosamente dispuesto a todo.

Hoy se discute y votará en el Congreso el citado paquetes legislativo, y por ello se apostaron las gentes de los 400 pueblos y otros grupos más, para asegurar que nadie altere la votación, para que pueda "mayoritearse".

Igualmente se prevé que grupos del PAN y PRD, llegarán mañana para tratar de evitarlo.
Puede ser un día complicado y hasta peligroso.

Se está jugando con la vida institucional de Veracruz y con la política. Los riesgos son muy altos de no poner un alto a esta locura aldeana, que actúa como si Veracruz fuera suyo.

Lo inquietante es que no se advierte presencia o interés de la Federación , como si Veracruz no importara.





Por Rebecca Arenas