El día 30 de noviembre del 2016 alrededor de las 10:30 AM, en el marco del C40, 5 ciudadanas y un ciudadano que asistieron a la cita de la manifestación pacífica “Fuera C-40”, convocada por organizaciones vecinales de la Ciudad de México, fueron retiradas y retirados violentamente de las inmediaciones del Hotel Hilton Reforma (ubicado en Avenida Juárez no. 70, colonia Centro). La intención de la acción era cuestionar la magnitud de este evento de elite que pretende que los beneficiarios nos quedemos a merced de la orden de los ejecutivos, en donde ya es innegable que la participación de los ciudadanos está vetada y reprimida, así como denunciar un pacto entre empresas privatizadoras de los bienes públicos, y los ejecutivos de las ciudades.
Cinco compañeras, que se encontraban a la espera del resto de las y los manifestantes, se encontraban sentadas en una banca frente al Hotel Hilton, sede de la C40, con los elementos del performance (cartulinas, cartones, flores de papel y cajas de zapatos), fueron agredidas por al menos 30 policías de la Ciudad de México y por personas vestidas de civiles, quienes se les acercaron para mencionarles que debían retirarse del lugar sin justificación alguna. Las personas agredidas mencionaron que estaban esperando a otras personas y en cuanto se reunieran se marcharían del sitio, lo cual correspondió a un despliegue policiaco impresionante para solo 6 personas sentadas en una banca en la vía pública. Personas aledañas que vieron el suceso, al preguntar a los policías por qué los lastimaban, estos mencionaron que era porque habían cometido un delito.
A las compañeras mencionadas y a un compañero que intentó evitar la agresión se les obligo a retirarse con empujones, pellizcos y jaloneos que han derivado en moretones y torceduras registradas ya por la Comisión de Derechos Humanos del D.F.. A pesar de que más tarde otros grupos convocantes a la manifestación buscaron ser vistos o escuchados, el despliegue policiaco—reforzado después del incidente—impidió que el C40 fuera objeto de cualquier crítica. Ningún elemento de seguridad se identificó o traía una placa con su nombre, lo cual representa una violación a los derechos de los ciudadanos.
Cabe mencionar que las agresiones a las compañeras son especialmente graves debido a que cuatro de ellas son mujeres jóvenes y defensoras de derechos humanos (integrantes de la Coordinadora Nacional Agua para Tod@s, Agua para la Vida), lo cual es ejemplo de las prácticas represoras del aparato estatal contra las personas jóvenes y las personas defensoras, además del componente de género que se ve implicado en las agresiones aquí denunciadas.
Por otro lado, una de estas 4 compañeras es una mujer transgénero, con quien las personas vestidas de civiles se ensañaron de manera especial y evidente. Esta agresión es particularmente grave por parte del cuerpo policiaco al tener un sesgo discriminatorio, dentro de una ciudad que pretende ser “Amigable LGBTTTI”.
Rechazamos la violencia hacia las y los ciudadanos avalada por Miguel Ángel Mancera, que ha se ha demostrado desde el 2 de diciembre del 2012 y que sólo vela por los intereses de las cúpulas políticas y obedece a las tendencias de privatización que imperan en nuestra ciudad.
La policía debe servir a los ciudadanos, no a empresas trasnacionales y mucho menos a pactos de gobiernos y empresarios, la seguridad pública debe ser para todos y no para las elites.
También rechazamos y denunciamos las violaciones a los derechos del libre tránsito, a una vida libre de violencia para las mujeres y a la no discriminación contra personas Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transgénero, Transexuales, Travestis e Intersexuales.
Fuente: http://aguaparatodos.org.mx/
