Un barco carguero danés que viajaba a Bremen (Alemania) perdió un cargamento de huevos Kínder -esferas de chocolate cuyo interior contiene un juguete de plástico- que aparecieó en una playa de la isla de Langeoog, en el mar del Norte, donde se abrieron y liberaron su carga, que terminó -sin el chocolate- en las playas de la isla, para delicia de los niños del lugar, tal como reporta el diario alemán Bild. Pero después de la alegría de los niños, los lugareños notaron que ahora tienen un problema: el aluvión de plástico se transformó en un problema ambiental.
El alcalde de la pequeña comunidad, Uwe Garrels, rápidamente tomó la decisión de permitir que los niños de los jardines infantiles del lugar juntaran la mayor cantidad de huevos que ellos querían. “Los huevos sorpresa han encontrado su camino a la libertad”, dijo a un locutor de NDR.
Según medios locales, un carguero perteneciente a la empresa danesa Reederei Maersk perdió varios de sus contenedores al ser alcanzado por la tormenta, incluyendo uno lleno de huevos de plástico con pequeños animales de juguete.
La tormenta Axel golpeó la costa norte de Alemania el miércoles por la noche, causando inundaciones generalizadas y daños a la propiedad, y dejó también decenas de miles de huevos de plástico con juguetes en el interior, los conocidos huevos sorpresa, en la isla cerca de la frontera holandesa.
Uwe Garrels dijo que si alguna empresa o institución extranjera veía esto como un robo, eran bienvenidos a recoger los miles de pequeños objetos de plástico que obstruyen la playa. El alcalde advirtió, también, que la limpieza no todo sería diversión y juegos. Además de los juguetes, había también “cantidades incalculables de bolsas de plástico y otros materiales de embalaje”.
Dato
El pasado 30 de diciembre murió a los 83 años William Salice, empleado de Ferrero e inventor de los célebres Kinder Sorpresa. Queremos suponer que, confabulado con los Magos de Oriente, esta fue la última sorpresa del inventor.
