Gerardo Nungaray, quien tiene 45 años de edad desarrolló un proceso para obtener gasolina de desechos plásticos como envases y bolsas, y ahora busca construir una pequeña refinería que ofrecería combustible a menor precio, asegurando que sería mucho más barato que el combustible convencional, “pero aún no se liberaliza el precio” por lo que se ajustaría a las reglas impuestas por la Federación. Sin embargo, a partir de 16 de octubre, fecha en que inicia la liberación del precio en la entidad, ya se podría hablar de un precio competitivo.
Señala que por medio del catalizador se transformar una tonelada de basura en 900 litros de combustible y ha comprobado que un litro de gasolina le cuesta 4.50 pesos. Por esa sencilla razón, afirma que es rentable y sostenible, ya que por un lado se reutiliza la misma basura y a su vez produce combustible.
Nungaray menciona que para la construcción de una microrrefinería se requieren 18 millones de pesos y tendría que ser edificada en las inmediaciones del relleno sanitario, ubicado en el conurbado municipio de Guadalupe.
Precisó que para obtener combustible con su invento se pueden usar todo tipo de plásticos, a excepción de los denominados PETs, que se emplea en botellas de agua y refresco. Pero sí son apropiados para el proceso el resto de objetos como envases de jabón y bolsas de frituras, así como el nailon y el poliéster, incluso, pueden utilizarse desechos electrónicos, ropa, defensas de coches, tableros y alfombras, entre otros insumos.
Nungaray Trejo inició una campaña de recolección de firmas para solicitar a las autoridades el apoyo necesario para la construcción de la micro refinería:
El plástico que se encuentra en los vertederos de basura se puede transformar en gasolina y diésel para ayudar a los pepenadores , achicar el tamaño de los tiraderos y ayudar al medio ambiente, esta tecnologia ya existe y es replicable a nivel nacional
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